Joanmarti Blog's, impresiones e ideas

En mi condición de agnóstico, -por insolubles tribulaciones entre el darwinismo y el DI, adobadas con la volatilidad de la física cuántica en pos de la singularidad de la inteligencia artificial y todo eso, y en estado más bien confuso-, no tengo nada contra la religión, como tampoco contra las sectas o las peñas de futbol, salvo que resulten excesivamente dañinas para la inteligencia, lo que a menudo ocurre. Pero a veces, además de los cansinos, aunque soportables a duras penas, tertulianos y presentadores de 13, intereconomía y similares bodrios televisivos, cenutrios y ágrafos de solemnidad que te hacen pasar un buen rato de risa, aparecen algunos exaltados locos cuya «fe» se me atraganta. Es el integrismo cruzado, trasunto de la Edad Media de la cruz y la espada, de estos orates de la fe de Dios que les lleva al paroxismo, como si estuvieron poseídos por el mismo demonio al que dicen combatir, y entonces, la florida gilipollez de su berborrea pasa del mal gusto al espanto, incongruente ello con el amor al prójimo que les prescribe su credo, el mismo que nos pretenden imponer.

Y es el que, las pulsiones retardatarias y y reaccionarias en nuestra sociedad política y mediática no se agotan con los ilustrados Gallardones, Aznares, Orejas, Aguirres y similares, que nos quieren imponer el QUE, COMO y CUANDO de lo que DEBEMOS HACER, CREER o PENSAR, -que esa y no otra es la esencia del pensamiento neofascista de estos idiotas-, sino que a veces aparecen los esperpentos, los espantajos genuinos de esta ideología que debió haberse ido con los barcos de vela pero que sigue en activo, colonizando cada día diarios y televisiones para beneficio de los grupos editoriales que les dan nómina y deleite de cuatro ociosos de sofá, tele y analfabetismo funcional. Para estos tipos, ya fuera de catálogo y ajenos al  sentido del ridículo,  se trata de soltar la mayor burrada, la mayor majadería o tontuna, en la esperanza de hacer méritos ante su entregado público o para acceder al libro del Record Guinness; a ver quien la suelta más gorda, – se dicen entre ellos. Y así, para eso y para éstos, todo vale..

He aquí un par de estos locos, uno hace de presentador, el tal Armando Robles, y otro de asesor espiritual, el cura Jesús Calvo. Es grandísimo misterio, seguramente divino y de fe, cómo el uno ha llegado ponerse un traje y corbata tras escaparse de un zoo y cómo al otro no lo echaron a patadas del seminario por exceso de fe.

Superen la repugnancia y las arcadas e intenten no perderse detalle. En conclusión, para estos orates con delirium tremens, en su entendimiento borracho de fe o tal vez de tintorro, al diputado de Zerolo, de condición homosexual, declarada en su libre e inalienable derecho reconocido en la mayoría de paises del mundo civilizado, el Sr., su señor Dios, le ha mandado el cáncer como castigo por su inclinación sexual, y, para estos alucinaos, su vida no vale más que la de un perro, deseándole el finisterre aquí para ver si allí, en la otra vida, se reconcilia con su Dios (con el de ellos, claro). Ahí lo tienen en el video, ni quito ni pongo coma.

Que Dios, el suyo, nos pille confesados! (si existiera o existiese..) Y, a quien corresponda, que no deje sueltos a estos botarates, que los seden o les den algo antes de que la líen parda..

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