Linko esta encuesta aparecida en RT  que me ha llamado la atención sobre el estado de la cuestión después de los 200 años y pico años de la doctrina de Adam Smith, la del mercado, la de quien la coja para el..

Es una pura disgresión, ya lo sé, pero la elementalidad es tan ingenua que me lleva a seguir el hilo de la cosa.

 

Son respuestas elocuentes a preguntas que nunca saldrán a referéndum; al menos Ud y yo no lo veremos, amigo, en referéndum oficial y de resultado vinculante..

¿Le gustaría vivir en una sociedad libre de la influencia de los mercados?

 Sí, porque así los ciudadanos serían dueños de su propia vida. 67.5%

Para sonrojo teórico de valdedores, opinadores y tertulianos del «sistema», no es previsible que un estado «democrático» interrogue a sus ciudadanos sobre esta cuestión, ni tampoco sobre el modelo de organización social y política que prefieren, ni sobre si se ha de gastar el dinero de los impuestos en armas, ni sobre la utilidad y empleo de los políticos, etc. Son preguntas de respuesta previsible que cuestionarían la lógica del invento. Ni Weber (el filósofo-economista-politólogo, no el de la fórmula 1), ni Pareto ni Rosseau, (aquellos viejos con sus locos cacharros), atinaron a presentar estas cuestiones en su formulación teórica, como soporte del engendro estatal.

En términos just civilistas, diríamos, parece que el «contrato (hipoteca) social» con el Estado es como el de la hidroeléctica, teléfónica o el agua potable, de los llamados de «adhesión»; o lo tomas o la dejas. No hay paridad de las partes contratantes. 

Desde que le meten en la cuna a uno y le cambian el paquete, ya anda «suscrito» al Estado, injusto y perverso la mayoría de las veces, que organiza/esclaviza a sus ciudadanos siempre. La libertad de «asociación» a esta empresa, en la que sólo unos pocos -los de siempre siglos ha- se lo llevan crudo en lo económico y en lo social, es eso, pura ilusión.

La idea de estos referendums elementales, desde luego, no la promoverán los glamourosos y gradilocuentes burócratas a nómina de Europa, los de las «instituciones», los de la troika, la Comisión, el FMI, etc., ni los plutócratas de los diferentes gobiernos nacionales; estos tipos sólo promueven el «contrato social» de esclavitud de sus ciudadanos vía impuestos, sanciones administrativas, o código penal, y la sumisión a sus privilegios y abusos de su poder corrupto..

 

Acaso lo más revolucionario y antisistema hoy, el mejor y más elemental programa electoral, sea simplemente reivindicar el derecho a preguntar..

En fín, ya digo, una pura disgresión..

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