(Dedicado a mi amigo J. L., fanecaes!!!)
Como ya se sabe y puede verse, las desgracias nunca vienen solas, en unidades, y de hecho andan por ahí en tríos o por parejas, como muchos matrimonios, y así, con la muerte de Eduardo Galeano, referida en el post anterior que anda pared con pared con este, ha coincidido la de Günter Grass, otro gigante de la literatura mundial, lo que también dará vía a un aluvión de necrológicas lastimeras, tan hipócritas como hagiográficas. Y en este punto les tomo robado este pantallazo a los del diario Público, más ilustrativo de la cosa que digo y divertido que veinte párrafos de letra.
(Consternación en el mundo cultural patrio)
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Grass, como cuentan las crónicas, Premio Nobel de Literatura y Príncipe de Asturias de las Letras en 1999, ha finado a los 87 años. Miembro del grupo de los Grupo 47 y se dice que el más importante escritor en lengua alemana de la posguerra -aunque para mi ese título le vendría mejor a Heinrich Böll, si acaso hubiera que repartir esos títulos -, y un referente político en su país, que se hizo famoso por su Tambor de hojalata allá por el año 1959.
Un tipo de biografía polémica, incluyendo en ella su pasado juvenil nazi, polemista político tanto o más que escritor, pero autor de impactantes obras como Pelando la cebolla, A paso de cangrejo, El rodaballo y Años de perro, entre otros textos de ficción y autobiográficos.
Uno más de los escritores alemanes en permanente zozobra con su mala conciencia por el complejo pasado nacional patrio; el otro, entre muchos más, fué el precitado Böll, mi preferido, quien llevó la cosa esa del pasado culpable a su mayor complejidad y explendor literario con Opiniones de un payaso
Muchos consideran a Grass autoridad moral y política en Alemania, por su condición de verso suelto de la izquierda moderada y su disposición permanente entrar en cualquier debate histórico o actual. (Véanse, por todos, sus líos con los judíos de Israel). Pero, ya digo que centrado en torno a la socialdemocracia alemana, -en su ala izquierda se dice-, poco aporta a los movimientos de izquierdas o antisistema del siglo pasado y de éste, de modo que en ese punto de su ideología social y política no es santo de mi devoción.
Sin embargo, es y ha sido un placer leerle (y también ver en el cine el Tambor de Hojala (link del torrent para quien quiera bajarla con el utorrent o similar) pasando horas embebido en sus historias, siendo su muerte una pérdida enorme para la literatura universal.
Y es que no todo lo que viene en alemán es malo, como la Merkel y todos esos banqueros expoliadores de nuestras vidas y haciendas, ya que también en alemán hablaron este hombre y muchos otros grandes (Marx, Hegel, Nietzsche, Schopenhauer…) que pensaron y hablaron en alemán de cosas bellas o profundas y no de troikas, regulaciones, burocracias y rescates a Grecia; y ello sin olvidar que precisamente en alemán se expresaba el increíble escarabajo de Gregorio Samsa (Kafka) o acaso lo habíamos olvidado?
Lo cual, que una gran putada que este genial escritor se haya marchado a la eternidad con su pipa y tocando el tambor de hojalata, dejándonos ayunos de sus ruídos como escritor y polemista…
(1213)
Y en alemán se expresaban Hans Castorp, en La Montaña mágica, y el músico moribundo y el joven Tadzio, en La muerte en Venecia. Grande, Günter Grass. Echaremos de menos, como bien dices, su pipa, su humanidad y sus opiniones.