Joanmarti Blog's, impresiones e ideas

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Estamos batiendo un record: “Por primera vez en la historia de la humanidad, más de mil millones de personas sufren hambre crónica” y  “En los próximos 60 segundos, 10 niños morirán de hambre”.., así se cuenta  en un video del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas. El PMA lanzó esta semana la campaña ‘Billion for a Billion’, en la que pide a los mil millones de personas que utilizan Internet que ayuden a los mil millones  de personas que padecen hambre (y no usan internet, añado yo). La hambruna afecta a muchos países, incluso del primer mundo, y, por no hablar de India, Äfrica, acaso baste con referirnos al paladín del libre mercado y la democracia económica, EEUU, donde, según su Ministerio (Departamento) de Agricultura, “en 2008 uno de cada seis hogares sufría inseguridad alimentaria”, dándose hambre o infra alimentación en 17 millones de niños..

Mientras, con toda pompa y boato, se celebra la Cumbre Mundial sobre Seguridad Alimentaria en Roma, con líderes mundiales que proclaman promesas que ni alimentan ni son ricas en calorías..

Dice Jacques Diouf, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que “Tenemos los medios técnicos y los recursos para erradicar el hambre del mundo por lo que ahora es un tema de voluntad política, y la voluntad política está influida por la opinión pública”. Diouf dice que poner fin al hambre en el mundo implicaría un gasto de 44.000 millones de dólares al año.
Compárese esa cifra con la del gasto en armamentos y guerras –sólo EEUU, por ejemplo, viene gastando un promedio de de 265 millones de dólares al día en Afganistán desde que comenzó la invasión a ese país en 2001- y veremos que vivimos en un mundo de locos, en una sociedad perversa, moralmente enferma, que invierte sus recursos en destruir a los miembros de su especie en vez de salvarlos, como si la vida de los otros no valiera nada.

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Así las cosas, suena a tomadura de pelo cuando, siendo la solución tan fácil como parar las guerras y poner en marcha la paz y los valores de la mejor civilización solidaria y humana, por los comunicadores y gestores del poder se intenta desplazar la responsabilidad al ámbito individual y a las ongs, con campañas de domund y similares, apelando a nuestra solidaridad individual, cuando es un asunto de responsabilidad de los estados y de los políticos que los dirigen, quienes podrían solucionar el tema de un plumazo. Otro gallo cantaría si no se pagara el salario a  ningún político mientras haya un hambriento en la tierra; seguro que se acababa el problema en un par de días..

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