Hablando en términos de salvo honrosas excepciones, -anguita, pimentel y alguno más-, una de las características de nuestros políticos-vividores-del-cuento es la necesidad compulsiva de “hacer algo” que justifique su sueldo y dedicación ante el sutil subconsciente colectivo que genera el aparato mediático de los falsimedios (teles, periódicos, etc.). Sin un gramo de talento, ni ideas ni propuestas, para mantenerse en la actualidad de los telediarios, estos vividores que entran en el empleo público por la puerta de atrás (con ellos no van las oposiciones..) se lanzan a cualquier cosa, creando teatro de corral de comedias en burdas perfomances y happenins divertidos que, por derivación, -a veces por inutilidad manifiesta y otras por el propio gasto inútil en el apartado publicitario del que malviven spainbase, merk2, orange productions, colaboradores y subcontratistas miles-, saquean el presupuesto público, o sea, los dineros producto de nuestro sudor que amablemente les cedemos de forma directa, cada año vía declaración irpf, o indirecta, vía impuestos de gasolina y cesta de la compra, mayormente.
La última representación teatral va de reformar la celebérrima constitución (un día hablaremos de ella) y la ocurrencia ha venido de un patético zapatero, parece que según le fue silbada a la oreja por la merkel alemana en un sueño a lo josé el israelita. Este pobre hombre pudo pasar a la historia por sus seis primeros meses de idealista de la izquierda, -hasta yo me lo creí-, cuando lo de las tropas de irak y todo eso, pero, pasado ese tiempo derivó en lo que ya sabemos y será recordado como uno de los gestores más ineptos e inmorales de un partido llamado psoe que, supuestamente, con los pobres de la tierra, -dicen sus estatutos-, quiere su suerte echar, y, en general, de las clases medias y bajas de las españas peninsulares y ultramarinas.
Como parlamentario, presidente y abogado, querido colega, debes saber que el principio de equilibrio financiero ya existe desde 2001 en una ley de estabilidad presupuestaria, refundida en 2007 (RDL 2/2007 de 28 de diciembre), y vigente tanto como su incumplimiento reiterado, lo que, desde luego, es cosa bien distinta. Por tanto no se requiere ninguna reforma de la constitución para redundar en lo que ya existe y se incumple, y si lo que se quiere es adecuar los márgenes del déficit estructural público a los que establezca la unión europea, bastaría, a lo sumo, con el mecanismo de una simple transposición en una ley estatal, cual se hace cada día en otros ámbitos. Si lo que interesa es un mensaje de firmeza para “los mercados”, cual anda de moda en el ámbito de tertulianos, gregarios del pensamiento y corre ve y diles que levantan el tafanario a la casta de políticos y popes, difícil parece ello cuando la limitación presupuestaria, según la reforma propuesta, será efectiva en el año 2020. Si lo que os pide el cuerpo es evitar la deuda de las comunidades autónomas, habrá que recordar que el estado tiene, según la constitución, competencia exclusiva para regular las bases y para coordinar la planificación general de la actividad económica (art. 149.1.13) y puede adoptar las medidas necesarias para forzar el cumplimiento forzoso de sus obligaciones para la protección del interés general de España (art. 155.1); obligación que además reitera la precitada ley general de estabilidad presupuestaria. En definitiva, la reforma en términos objetivos es pura reiteración de un “principio presupuestario” legalmente ya legislado y obvio que se incumple cada día sistemáticamente.
A partir de ahí, viene el happenin de histrionismos y sobreactuaciones. Para los sindicatos (ahora, madre!!) la reforma es el fin del estado social, pero de éste, con las reformas laborales de zapatero, y ahí véase como ejemplo redundante la del último viernes de los contratos temporales ad infinitum, ya no quedan ni las raspas. Para otros, sesudos “intelectuales” (y artitas), se reducirá el gasto social, lo que es política “de izquierdas”, según dicen, pero lo sustancial es “en qué se gasta y en qué no se gasta” y eso, que si es política de izquierdas, viene siendo el fraude del zapaterismo de los últimos años (reflotación de bancos, eres a los colegas, privatizaciones fraudulentas, despilfarros en ornato y sueldos a los políticos, disminución pensiones y aumento años para jubilación..) ante el silencio de los mismos sesudos “intelectuales” (y artitas) de siempre. El pp, por su parte, partido de todos los españoles, como es público y notorio, y de los pobres, según también se autoproclama, por esta vía propagandística consigue meterle el dedo en el ojo.. al rubalcaba-almunia2, aduciendo que ellos siempre fueron a déficit cero, pero ahí tienen la comunidad valenciana, el ayuntamiento de madrid y otros ejemplos de austeridad que no nombro para no hacer esto aburrido.. Y ya salidos del camerino con ropajes y maquillados, se desmelenan todos en lo teórico y, puesto que en el paradigma del pensamiento se peroraba que el equilibrio presupuestario es de derechas y el endeudamiento público es de izquierdas, rubalcaba-almunia2 viene en hacerle un siete al viejo keynes articulando un lamento a lo mouriño del “por qué endeudarse es de izquierdas, ein?” para eludir a escape el demérito de un gobierno de izquierdas que abraza la ortodoxia económica de los mercados, o sea, de las derechas.
Y a todo esto, a qué tanta prisa?. Al cabo de cuatro años, sin idea ni propósito de revisar la constitución, ahora, finada la legislatura, aparece la propuesta zapatero que asombra incluso a sus palmeros, incluido al rubalcaba-almunia2, que han de digerir tan amargo bolo intestinal sin conocimiento previo, sin siquiera referéndum, sin debate y en legislatura ya muerta y con elecciones en dos meses y medio. Pues la respuesta, amigo, o la encontramos en el viento a lo bob dylan o en el encabezamiento de estas pullas, pues no es otra que la pura ineptitud de estos tipos; la necesidad de justificar su existencia ante el sufrido elector cuando sus programas políticos “de izquierdas” o de “derechas” o no existen o son idénticos a la misma “hoja de ruta” de la merkel y el capital de las transnacionales; se trata del puro arte de representar por enésima vez el baile de los idiotas para espectadores aburridos e indignados.. Contentos nos tienen, los muy jodíos!!
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