Fernández Díaz: «Hay que limpiar las redes sociales de indeseables»

 

Interior abre una investigación sobre mensajes «bochornosos» acerca de Isabel Carrasco que considera «apología del delito y el odio»

 

 

Martes, 13 de mayo del 2014 – 21.12 h.  El Ministerio del Interior ha abierto una investigación para determinar si ciertos mensajes publicados en las redes sociales contra la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, tras su asesinato a tiros, son constitutivos de delito. El ministro Jorge Fernández Díaz ha calificado de «bochornosas» y «actos de apología del delito y el odio» algunas de las frases publicadas.

 

«Hay que limpiar las redes de indeseables», ha señalado el ministro del Interior, tras presidir en Valdemoro (Madrid) el acto del 170º aniversario de la fundación de la Guardia Civil. Fernández Díaz ha hecho un llamamiento a la reflexión y ha pedido «poner en valor la actuación de los políticos» ya que, según ha dicho, «fuera de la democracia solo hay anarquía». La portavoz de UPD, Rosa Díez, ha abogado por regular el uso ofensivo de las redes sociales con el fin de que no puedan servir para «cubrir de impunidad» a los «cobardes» y a la «gentuza».

Ahí lo tienen. Prietas las filas, firme el ademán, así son los jóvenes/viejos leones de nesquik, que decía el anuncio.

Este señor, de fiera determinación y gesto decidido, es quien nos gobierna y bajo su mando, directrices y consignas, se hallan en guardias y comisarías decenas de miles de policías, guardias civiles y demás funcionarios dispuestos a mantener el orden de la democracia como concepto abstracto frente al ciudadano con nombre y apellidos como concepto concreto.  Para este intelectual de la porra, en el mundo están los buenos, ellos, la clase política, los vividores del cuento de las elecciones y la democracia, los altos funcionarios y politicos «representantes» y luego están los malos, Ud, yo, los «representados», los disruptivos, los pagadores de impuestos, los sufridores en casa. Eso es lo que hay. Más allá de lo políticamente correcto, el abismo, o la «anarquía», como dice este intelectual de la porra.

De modo que, aunque ya se habían puesto a hacerlo de estrangis desde sus garitas telemáticas, ahora su intelectual más preclaro nos avisa con gran aparato teórico; «fuera de la democracia sólo hay anarquía y cobardes… apología del delito y del odio». Áteme esa mosca por el rabo!!. En este soberbio razonamiento a lo Chiquito de la Calzada, falta el fistro del desierto y sobran los matices, pues la consigna es clara y a buen entendedor con pocas palabras basta. Ahora, pues, se meterán en nuestros ordenadores, en twitter, facebook, etc., al amparo del cuerpo teórico de este Montesquieu de Valladolid, defensor del gas pimienta con los inmigrantes en Ceuta y Melilla y otras esquisiteces democráticas de cuyo nombre no quiero acordarme, obviando cualquier autorización judicial, para espiarnos, controlarnos y ver si somos ciudadanos de pro, decimos tacos o le tenemos manía a alguien y corregir nuestros desvaríos de cobardes y malhablados, siempre por nuestro bien, eso es obvio. Es simplemente el Gran Hermano del 1984 de Orwell que se retrasó unos años. A partir de ahora mejor decir caray o caramba, rediez, mecachis en la mar, no fastidies, etc. en vez de joputa, hostia, cabronazo, etc., sobre todo si nos dirigimos a estos prohombres de la patria. Pues eso, que así sea…

El cómo una sociedad civil, en los albores del tercer milenio, tras migrar del arado de madera de los egipcios al microchip y a la aleación de grafeno, ha alumbrado esta casta de nuevos sacerdotes y permite ser gobernada con el monopolio del uso de la fuerza por estos sujetos singulares de la especie; eso, digo, es otro debate, realmente es el debate pendiente.

Si acaso para nuestro consuelo, al menos entre éstos funcionarios a nómina de lo políticamente correcto, queda alguno más sutil, como el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, quien aclara que el Código Penal ya permite perseguir insultos o amenazas vertidos en redes sociales, por lo que no es necesaria ninguna una nueva regulación («Ya existen instrumentos para perseguir este tipo de comentarios. El Código Penal da mucho de sí», ha apuntado).

De modo que, por fas o por nefas, a lo bestia o a lo sutil, eso es lo que hay: libertad plena para loar a los padres de la patria y para decir caray, caramba, mecachis y jolines, aunque mejor no enviciarse y abusar de tanta libertad, no nos vaya a dar algo por sobredosis. Ya te digo…

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