Sobre los «juegos olímpicos», el punto de vista que no se verá en la tele.. Un negocio gigantesco al servicio de unos pocos que narcotiza a unos muchos..

Más que medallas, sudor y sacrificio, para mucha gente, los juegos olímpicos no son otra cosa que un gigantesco negocio para empresas publicitarias, falsimedios (periódicos, teles libres o de pago, revistas), empresas de viajes, hosteleros, empresas de seguridad, urbanizadoras, constructoras, fabricantes de juegos de ordenador, camisetas, abalorios, laboratorios de dopaje, empresas de prendas deportivas.. que representan menos del 1% del cuerpo social y hacen «su agosto» a costa «del agosto», en este caso, de la gente normal; en particular, de los ciudadanos de londres y de otras ciudades inglesas. Obviamente, nada tienen que ver con aquellas competiciones deportivas y de habilidades físicas que organizaban los antiguos griegos, los de antes de la crísis y del rescate, de la CE y del euro, o sea, aquellos que habitaron olimpia entre los años 776 antes y 393 despues de cristo, ajenos a la que se les vendría encima 2000 años despues..

Ahora son internacionales y un gran invento, constituyendo un jolgorio universal que distrae a la gente de sus miserias cotidianas, fundamentalmente ecconómicas (paro, hipoteca o alquiler e imposibilidad de llegar a fin de mes) y personales, al tiempo que, para los beneficiarios referidos, constituye una gran mamandurria, divertido vocable castizo puesto en boga por la esperanza aguirre, Doña Mamandurria, en singular aportación de la maruja-espepento a la política nacional, aunque no se refería al robo y saqueo de los suyos, como pudiera parecer a simple vista, sino a las supuestas sisas de los parados, pensionistas y menesterosos, según la particular visión del mundo de esta sinvergüenza.

Y como la cosa es un gran invento que no hay que desaprovechar, un consorcio mundial de «espabilaos», o comité olímpico internacional, llamado COI en feliz acrónimo, organiza los de invierno y también los de verano, faltaría más, en intérvalo de 4 años, de modo que cada dos se montan su mamandurria, compitiendo muchas ciudades del mundo para organizarlos con vocación de eternidad.. mediática.

Para no hacerlo más largo, traigo un video de RT que comenta este otro punto de vista que, como digo, no veremos en la tele.. Salu2

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