Expulse su móvil de la habitación nupcial, no se lo lleve al wáter; mejor métalo en el armario de los trastos.. Inquietantes revelaciones de Wikileaks..)

Publicaba The Register hace unos días, que las empresas de vigilancia pueden fotografiarnos con nuestro propio móvil en situaciones comprometidas.. Sí, como suena, con el iphone, nokia, etc., cacharros de nuestros amores que conseguimos con la bendita portabilidad, que exhibimos en la barra de la tasca, fardando de sus prestaciones como si fuéramos los ingenieros que los diseñaron, y tecleando como posesos tonterías dirigidas a cualquier otro abonado/a (que así nos llaman las operadoras).

El «invento», ha sido revelado en una conferencia en londres, en la que participaba julian assange, el de wikileaks. La cosa ya se sospechaba, pero ahora aparecen documentos que evidencian la aberración. Es más, en la conferencia se comentó el suculento negocio que representa la actividad para las empresas de seguridad tecnológica, y cómo se frotan las manos, ansiosos por la avaricia ante el mercado que se les abre en canal..

La habilidad de estos tipos y tecnologías, se dice, llega a poder cambiar los mensajes que escribimos, seguir nuestra ubicación y controlar nuestros contactos de correo electrónico, con lo que el espiarnos ni siquiera depende de nuestra falta de precaución, bastándoles con enlazar las cuentas de correo y sms de nuestros amigos menos precavidos. Se dice en la información, que en el ajo andan al menos 160 empresas y que operan en 25 países sin sujeccción a control legal alguno.

Así pues, basta con usar gmail o hotmail como servidor de correo, o un iphone una blackberry o similar, para que nos pesquen con las manos en la masa, incluso si ponemos el cacharro en stand-by. Y no digamos si usamos google calendar u otras virguerías, entonces hasta podrán llegar ellos antes a la cita con nuestro/a amante y dárnosla con queso..

Estos benditos, sin decirnos ni pío ni saber nosotros quienes son o a quien tenemos el gusto, sabrán donde estamos y qué hacemos, grabarán nuestras conversaciones y nos fotografiarán en no se cuántos megapixels, planos y posturas. Quién da más!!

Ocioso hablarles a estos tíos, (sobrinos del gran hermano de orwell), del derecho a la intimidad y a la propia imagen, valor cacareado en las constituciones y legislaciones de los estados «democráticos»; mejor suplicarles que no nos saquen feos en las fotos, que nos borren los michelines con el photoshop o que eliinen de la grabación nuestros tacos y ruídos más innobles..

De modo que, en este nuevo golpe de estado de la «civilización» tecnológica, las célebres masas que decían los revolucionarios del siglo pasado, además de por la cosa económica, que les obliga a trabajar cada día para el papeo y la hipoteca, ahora, aun mansas y temerosas de dios como siempre, también están cogidas por ahí en su intimidad, y serán monitoreadas y cacheadas en el retrete, y sus datos archivados para usarlos según los caprichos de estos metemeentodo, a saber; para cosas de publicidad, policía, morosidad y bancos, comportamientos políticos..; para sacarnos los colores ante quien sea cuando les venga bien, en definitiva..

Bueno, pues sólo queda proclamar nuestra impotencia sumisamente. A qué hacernos los chulos!. Y, como digo en el título, mejor tomar algunas precauciones y sacar el móvil de la habitación nupcial cuando vayamos a hacer eso, y no llevarlo con nostros al wáter de excursión cuando vayamos a afeitarnos o a mirarnos al espejo; mejor castigarlo metiéndolo en el trastero, a oscuras y con las zapatillas de deporte, a ver si se le gripa el firmware y la rom!!

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