Es la Edad Media en el III milenio. Un reino teocrático, cruel y criminal con sus súbditos, a quienes esclaviza, corta manos, da latigazos, humilla y mantiene en la miseria, pero tolerado y jaleado por los mismos cínicos que graznan sobre las limitaciones a los derechos humanos en Cuba, China, Venezuela y ya se sabe… Este reino medieval goza del beneplácito de las petroleras y de nuestros gobernantes cínicamente demócratas, quienes van en procesión a visitarlos y hacerse fotos con los sátrapas. Lo que resulta más absurdo cuando, además, es el mismo país que fomenta y arma al Estado Islámico para que construya otro similar al suyo. El contenido del reportaje, realizado clandestinamente, releva de mayor comentario… Es el horror cínicamente tolerado. Vomitivo.
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