«Tenemos que poner a un negro que se enrolle..!» y lo pusieron..

Así lo cabildearon hace unos años multinacionales, banqueros, líderes del pensamiento y élites del «sistema». Había que poner un negro en el escaparate, por eso de la igualdad, los derechos civiles y todo eso. La vieja idea de cambiar algo para que nada cambie. Y se enrolaron en la masacarada. Y hasta Bruce Sprinsteing (y no se si acaso también Pete Seeger) y otros muchos le hicieron cantatas en el aquelarre aquel del «Yes, We Can». Era la gran esperanza blanca/negra para unos, -para los idiotas-, par otros -para los amos del mundo-, era el títere, el plan B necesario después del modelo agotado del esperpento tejano borracho.

Imitando a Gila: «aquí radio escucha que te escucha, alguien se ha metido con mi madre.. Cambio»

Y pasó lo que pasó, que el tipo café con leche, con la legitimidad del demócrata «Yes, We Can», continuó masacrando vidas a miles, pueblos y naciones (Lybia, Afganistan, Irak), torturando personas en un trozo de territorio ocupado a otro país (Guantánamo), declarando guerras, invadiendo y mandando sus drones, máquinas de matar teledirigidas desde cómodas consolas en USA, a matar a quien podía, y continuó, como siempre, espiando y controlando la vida privada de los ciudadanos demócratas que le eligieron al grito del «Yes, We Can». Y vaya que sí, que pudo seguir jodiendo al personal a sus anchas.. Y en ello colaboraban los urdidores/beneficiarios del engaño internet/red social libre que cotiza en bolsa; los facebook, google, twitter, washap, verizón, telefónica, los tecnológicos.. Era el «Gran Hermano», a beneficio de inventario de los de siempre y ahora corporizado en el progre café con leche encumbrado por la idiotez colectiva incentivada por los mass media y lo sinvergüenzas de siempre. Este no tenía bigote, era color café con leche liberador, ya digo, y también aparecía en las pantallas como el de Orwell.. en nuestras teles, a hora pre-siesta, a 10 mil kilómetros, en telediarios que nos importan una higa.. Pues menuda mierda!!

Y por cierto que ya lo venía advirtiendo nuestro admirado Chomsky: la Corte Penal Internacional (CPI) debería enjuiciar al presidente de EE.UU. Barack Obama, al expresidente de este país George W. Bush y al exprimer ministro británico Tony Blair por la llamada lucha contra el terrorismo y la invasión desatada por EE.UU. y el Reino Unido a Irak en 2003 con el pretexto de buscar armas de destrucción masiva; armamentos letales que nunca fueron encontrados en este país árabe. Un “crimen internacional supremo”, un ejemplo clásico de agresión.. fuimos responsables de todo el mal que acarreó, como los atentados. Más de un millón de personas murieron en la guerra de Irak. Uso de aviones no tripulados en los países musulmanes como Paquistán, Afganistán, Yemen y Somalia; una “campaña de terror más masivo”, un “arma terrorista”, los ataques han tenido como blanco a civiles indefensos.

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