El fascio, en sentido coloquial y más allá de explicaciones y vicisitudes históricas del concepto, en particular de su eclosión en italia en el siglo pasado, tiene en su gen el autoritarismo extremo y la negación absoluta de la libertad del otro, de su conciudadano, del vecino, y para ello recurre al discurso verbal agresivo y, si se tercia, al ejército y a la legión, como hizo en 1.936 subvirtiendo el orden constitucional y provocando la guerra civil, una catástrofe social y humana con miles de muertos, invocando al efecto la sacrosanta unidad de españa en el “destino universal” de la patria. En la película noveccento esta negación del otro se ejemplifica en el asesinato de un pobre gato que, en la locura del fascio, hasta resulta ser comunista, dato que sin duda conmovería a biólogos y estudiosos de la fauna gatuna..
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Pasan los años y épocas y algunos de estos individuos atacados por el gen se reciclan covenientemente en «demócratas», aunque en la pura estética, enfundándose en corbatas y sueldos públicos pero manteniendo su esencia más genuina y poniéndose de los nervios cuando alguien piensa o siente diferente a ellos. Y desde luego que entre quienes piensan diferente a ellos están los “indignados”, movimiento social reciente que cuestiona la «lógica» del sistema.
Sabido es que todos los partidos intentaron utilizar a su favor a los indignados en la farsa electoral anterior, pero ahora, pasado el paripé, mudan el discurso y unos les apoyan a regañadientes (PSOE), otros intentado utilizarlos con la esperanza de recuperarse electoralmente con su apoyo (IU) y otros les denigran claramente (PP) porque ya nos les son útiles y además critican su gestión política y administrativa.
Pues bien, como ahora ya no tienen necesidad de guardar las formas, algunos de estos tipos-fascio que decíamos antes y que en su día entraron en aluvión en el PP como reconvertidos a la «democracia», se sueltan el pelo y la entraña, y reaparecen en su esencia pura, aunque sea en versión light, para soltar un discurso envalentonado ante sus correligionarios y así galvanizarles en la.. gilipollez. Y entonces, para estos tribunos, los indignados de hace año y pico, a quienes recibieron con simpatía y jalearon para hundir al PSOE, ya no son tales, sino “perroflautas”; palabro que, en la terminología despectiva de estos demócratas reconvertidos, alcaldes y presidentes de no sé qué, maderos, apaleadores y delegados del gobierno de la provincia respectiva, vienen a ser sólo despreciables tribus urbanas de punkarras, hippiosos y anarkos, gente –dicen- sin oficio ni beneficio, poco higiénicos y con rastas..
Ahora pues, Ud., yo, y los ciudadanos que soportamos esto con nuestros impuestos y a esta lacra social de políticos inútiles y corruptos que nos amargan la vida, si salimos a la calle a centenares de miles para decir que queremos cambiar el sistema, ya no somos ciudadanos ni votantes, ni siquiera ya “idignados”, ahora somos simples “perroflautas”..
Escuchen si no lo que dice este pobre idiota.. (Pedro Chico, profesión “sus labores”.. de político, vividor del cuento desde tiempos inmemoriales). Indaguen en su subconsciente (obviando la maldad de los puntos suspensivos en la frase «tenemos el ejército y la legión»..) y me dicen si con camisa negra y gorro no daría réplica exacta a Donald Sutherland.. y cualquiera de nosotros podría hacerle de gato..
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* A sugerencia de una entrañable lectora, por su catadura moral, deberíamos llamarle Pedro Enano o Diminuto.. Corregido está.
(1413)
Exposición clara y concisa de una realidad, como en mi último comentario en una de tus entradas, ¿cuantos son conscientes de ser marionetas? y el resto, sin poder sin altavoces a nuestro alcance, (sólo nuestras denuncias en blogs o manifestaciones callejeras). disculpa Joan pero soy muy pesimista.
Sobre tu pesimismo, amigo.
Te contaré un suceso cuyo recuerdo me ayuda a mantener esperanza, al menos un poco, en la cosa política.. En unas elecciones municipales se presenta un candidato independiente e izquierdoso desde siempre como cabeza de lista de un partido a petición de los militantes del mismo. Finalizada la campaña sin éxito, aunque por muy poco, y decepcionado por la respuesta de alguna militancia -intrigas, dimes y diretes, piques,..- aunque también agradecido de la dedicación desinteresada y maravillosa de otros, el referido independiente cabeza de lista, que ni siquiera es militante del partido, le escribe una carta al dirigente nacional de dicho partido, comentándole su experiencia negativa y un poco su decepción.. Al cabo de unos días, recibe la respuesta del dirigente, de su puño y letra, apenas una nota manuscrita: «compañero, sigamos adelante, no te desanimes, te agradezco el esfuerzo, algún día recogeremos el fruto, casi más importante que él es sembrar siempre con fe, con la misma del hortelano que nunca está seguro del clima que vendrá ni de si llegará a recoger la cosecha..». La carta la escribe manuscrita y personal una persona que en aquella época cada día debía recibir centenares, todo un detalle.. De ello saco dos conclusiones; que nunca hay que perder la esperanza y que, aunque raras avis, aún quedan políticos honestos y personas admirables con los que juntarte y unir esfuerzos para hacer esto un poco mejor.
Los personajes de esta historia, que es real, los dejo a tu imaginación o deducción..
Un abrazo.
Este personaje es Alcalde de mi pueblo. Siempre es igual, aunque ese día estaba la televisión. Los vecinos, sobretodo los que no le hemos votado nunca ni le votaremos, sabemos que es un fascista camuflado. ¿sabeis como como consiguió los votos que le faltaban para ser Alcalde? estableciendo compromisos persona a persona, de puestos de trabajo si el ganaba.
Naturalmente, ahora hay más paro que nunca en Bullas, pero él sigue viviendo de la políticoa