Acaso el pp no tiene ningún hombre más demócrata que éste para ministro del interior. Acaso aflora con su iniciativa la verdadera naturaleza «democrática» de dicho partido. No lo sé, pero el caso es que las declaraciones del hombre son preocupantes y habrían producido rasgado colectivo de vestiduras de los falsimedios, de haberlas hecho un ministro de gaddaffi, siria, rusia, cuba o china. Parece que ese no es el caso, desde luego. A cuenta de las movilizaciones vividas en los últimos días y tal vez para atajar las que se avecinan con porras y cárcel en vez de con argumentos y sensbilidad a las demandas de los electores, el hombre-ministro amenaza con endurecer la normativa penal y dice que va a asimilar las penas para los responsables de actos vandálicos a las previstas para los autores de acciones de kale borroka que hace años ya existen en euskadi, en el peculiar estado de derecho que rige en aquel territorio.. “Hay que dotar a la policía, los jueces y los fiscales de los instrumentos jurídicos adecuados para hacer frente a este fenómeno de violencia de guerrilla urbana”, dice el tipo y se queda tan pancho. A partir de ahora, ya lo ven, los activistas antisistema -manifestantes, vociferantes, portadores de pancartas, pegadores de carteles- serán considerados “organización criminal” y la pena mínima por participar en el mogollón será de dos años de cárcel, instando en su caso el fiscal de turno la prisión provisional para los violentos y, en caso de condena, su ingreso efectivo en la cárcel.
Para muchos juristas, las declaraciones del tipo son tan delirantes como estremecedoras y preocupantes; de un fascismo recalcitrante e incompatible con un estado democrático de derecho (??). Para darse cuenta de la salvajada de la propuesta, baste con decir que, en el código penal actual, los fiscales sólo piden el ingreso en prisión provisional cuando la pena es superior a los 2 años y concurren otras causas agravantes, pues así lo establece el art. 503-1 de la ley de enjuiciamiento criminal. (No olvidemos que se trata de prisión «provisional», por tanto, de una medida cautelar antes de celebrarse el juicio y a costa del principio de presunción de inocencia). Por otra parte, cabe también recordar que, actualmente, con pena en firme de 2 años, nadie entra en la cárcel si no tiene antecedentes penales (art. 80 del vigente código penal). Y qué decir de la propia pena; 2 años de carcel por manifestarse en la calle contra las políticas o decisiones del gobierno o de cualquier administración!!, (ignoro si también nos meterán mano cuando vociferemos en la sala de estar viendo el telediario), cuando actualmente la pena por desórdenes públicos en su grado mínimo es de 6 meses. Dónde queda la libertad de expresión y de manifestación?. Dónde queda la cacareada «democracia»?. De prosperar la pretensión de este tipo, nos hallaríamos simplemente ante un estado de excepción sine die, ya que la pena de 2 años «metería» en el tipo penal (y en la cárcel) a quienes se “concierten” por cualquier medio para alterar el orden público.. A partir de ahí, conociendo la realidad y los precedentes, la cosa funcionaría así de simple; detención de la policía en la manifestación, presentación ante el juez, acusación del fiscal.. y al trullo. Eso es lo que nos propone este ministro de la «democracia». El hombre invoca como ratio legis de su iniciativa el que la violencia urbana hace “mucho daño” a la imagen de España, por lo que, ya lo ven, para estos políticos vividores del glamour del sistema que con nuestros impuestos les alimenta, la imagen de españa ha de prevalecer sobre los derechos de los propios españoles, y puesto que “Hay una gran alarma social, no podemos continuar por la senda del buenismo”, dicen. De modo que, leña al mono hasta que rompa la cadena!!
Si ninguneados, arruinados, laboralmente reformados, marginados y apaleados, ya ni siquiera nos vamos a poder manifestar, propongo el suicidio colectivo como solución final para acabar con esto cuanto antes y dejar de sufrir.. o, mejor, que alguien comience a recoger firmas para la dimisión de este tipo, antes de que haga bueno a aquel corcuera (o corcuese) que, a su vez, vino a hacer bueno al martín villa y a otros prohombres de la cachiporra. El que avisa no es traidor!!
Acaso llegue un día en que la «democracia» legisle un tipo penal para aplicar a los liberticidas de medio pelo.. Acaso, tal vez, tal vez..
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