A propósito del sahara: assassins de raons i de vides..
Así lo cantaba luis Llach aquellos días de revuelta. Y la misma frase telúrica sigue vigente para lo que sucede en cualquier lugar recóndito de este mundo global cosificado en lo económico y organizado en la injusticia de sus leyes aberrantes para mantener el status quo de una élite de mamones. Son los asesinos de razones y de vidas que desprecian el bienestar, la dignidad y la causa humana; siempre especie de la misma calaña. Son ellos, con chilaba o sin chilaba, bajo una bandera o bajo otra, bajo la égira de cualquier sátrapa, peones del terror, al fin y al cabo, qué más da, los que ahora están matando a los saharauis, varones, mujeres, niños.., algunos de los cuales, los más viejos, aún conservan su DNI español; y es el mismo aparato de poder español gestionado por estos profesionales que se hacen llamar gobierno y ministros y viven de nuestro dinero, al tiempo que se cagan en nuestras ideas, en nuestros sentimientos y en nuestras emociones, los que ahora oponen la idea de los “intereses de españa” frente a la dignidad y los derechos humanos, el principal a la vida, de estos ciudadanos, de estos hermanos, de estos seres como nosotros. Y vemos los telediarios sobrecogidos, difícil contemplar tanta infamia, tanta locura, tanto genocida suelto y tanto cómplice mudo. Y cuando hablan estos sopla nubes, no alcanzo a comprender qué son los “intereses de España”, acaso no me sienta integrado en ellos, acaso no sea yo empresa española, no tenga líneas de negocio en marruecos, no venda armas al ejército marroquí, no devengue comisiones en esas ventas, no tenga necesidad de compadrear con un rey déspota medieval y cosas así, y acaso sea yo uno de los miles de ciudadanos de este estado corrupto que no se siente representado por esta pléyade de cómplices, botarates, canallas e inmorales que nos montan la farsa del cartel y el mitin cada 4 años para continuar en su empleo público.
Por eso, a fuer de no entender nada, les digo, señora jiménez, sr. zaptaero, sr. bono, señor o señora el que sea, en mi nombre no, no tengo interés alguno que defender a cambio del silencio ante el asesinato, la tortura y el desmembramiento de ninguna colectividad humana, a cambio del silencio y la complicidad de este genocidio aberrante; en mi nombre no, señores, VÁYANSE A LA MIERDA, CUANTO ANTES Y ASÍ DEJAREMOS YA DE VOMITAR!!
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