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Aunque la causa de las ideas de la justicia y la solidaridad humana nunca podrá pagar tu sacrificio, Gerardo, sea éste cuento un pequeño homenaje..

LAS MANOS DE LA MENTIRA.. (A Gerardo Hernández Nordelo*), By Candela García.

Una mañana, las manos de la mentira se abalanzaron sobre el sol y lo cubrieron..
Las mismas manos se acercaron a Gerardo. Le pusieron un antifaz de oscuridad sobre los ojos y una mordaza de silencio sobre el fusil de verdades de sus labios. Ataron sus pies desnudos con una soga de vacío para evitar sus pasos. Quisieron aniquilar los sonidos y cantos que hasta esa mañana danzaban libremente en el aire: la voz del compañero, el nombre de todas las cosas, los adjetivos, el verbo y las canciones.
Las manos negras de la mentira tomaron las manos de Gerardo. Le arrastraron hasta la cárcel de la soledad impuesta, pero la voluntad de Gerardo deshizo los barrotes de falsedad de la celda que para él la injusticia tenía destinada. Las historias que otros habían escrito en su alma borraron los números en negro de los absurdos calendarios. El recuerdo de sus compañeros coloreó las ventanas irreales de la celda, dejando una cortina de desbordada luz, invisible ante los ojos de los injustos.
Mientras en el continente del embuste todos esperaban que la humillación quebrase la mirada firme de Gerardo, él aclaraba sus ojos en el espejo del recuerdo del alma de su isla. Pronunciaba la rebeldía con la voz de la libertad que se sabe irrompible.
Un pájaro, viajero y migrador, revoloteó la esperanza de Gerardo. Hasta él llegó con sus alas de futuro. Hasta él avanzaron la amistad y la lucha, para fundir los pestillos de la nostalgia y la soledad que para Gerardo deseaban los asesinos de lo cierto.
El corazón insuficiente de la mentira se retorció, aún se retuerce, al no poder asesinar la sonrisa de Gerardo, convertida en ave de permanente vuelo.

Gerardo Hernández Nordelo nace en La Habana, barriada de Víbora, el 04-06-65. Joven estudioso y aplicado, adquiere conciencia solidaria e ingresa en asociaciones juveniles  y sociales, cursando estudios de relaciones internacionales. Interviene en la guerra de Angola en 1989 practicando la solidaridad internacional. A mediados de los 90, trabajando como artista gráfico, simultáneamente cumple misiones en los EEUU con el objetivo de prevenir a Cuba de acciones terroristas planificadas y ejecutadas por organizaciones contrarrevolucionarias radicadas en Miami y dirigidas por la mafia anticubana residente allí con el visto bueno del gobierno norteamericano. Después de aportar al FBI abundantes pruebas sobre las actividades terroristas de la mafia anticubana de Miami, el gobierno norteamericano decide matar al mensajero y le detiene el 12-09-98, sometiéndole a régimen de castigo carcelario, con aislamiento y vulneración de la legislación penitenciaria, para después procesarle en un juicio ilegal e injusto con aberrante violación de la quinta y sexta enmienda de la propia Constitución de los Estados Unidos referentes derecho al proceso debido, al juicio rápido y al jurado imparcial. Con violación, además, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, así como las reglas mínimas para el tratamiento de los Reclusos, ambas documentos de las Naciones Unidas y así denunciado por su Comisión de Derechos. Gerardo fue condenado a dos cadenas perpetuas y 15 años de prisión por los delitos de conspiración para cometer asesinato, conspiración para espiar, ser agente extranjero no declarado y falsa documentación. En un acto de crueldad inaudita, se le impide incluso recibir la visita de su esposa, Adriana Pérez O´Connor, en franca violación de sus derechos como reo y de la Declaración Universal de Derechos Humanos. En su defensa se ha movilizado la comunidad internacional más progresista, que incluye a centenares de intelectuales de diversos países, incluso norteamericanos, varios premios Nobel, senados y cámaras de representantes, parlamentarios, primeros ministros y un largo etc. de personalidades de todo el mundo, así como centenares de comisiones internacionales de solidaridad con él y con sus cuatro compañeros que han corrido la misma suerte (René, Fernando, Ramón y Antonio). Nos hallamos ante un caso de juicio político, truculento y aberrante; ante una nueva edición del caso Sacco y Vanzetti, (los anarquista italianos asesinados “legalmente” por el mismo sistema norteamericano el 23-02-1927), en el que el gobierno del Imperio Americano, el mismo que abusa manu militari del planeta, de sus estados y de sus ciudadanos a sus anchas, intenta ahora vengarse del Estado Cubano en la persona de uno de sus ciudadanos. Gerardo se halla actualmente gravemente enfermo, sin asistencia médica y ante el silencio cómplice de los mismos medios de comunicación de la comunidad “falsimedia” que graznan urbi et orbe en todos los telediarios las supuestas perversidades del gobierno cubano con sus disidentes…

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